Ivan L. Munuera

The Schizos

Reina Sofia Museum, 2009

En 1974, Guillermo Pérez Villalta compatibilizaba sus estudios en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid (ETSAM) con la práctica de la pintura. En marzo había expuesto con gran éxito sus acrílicos en la Galería Buades, consiguiendo tal popularidad que de inmediato fue fichado por la Galería Vandrés. La firma de un sustancioso contrato con esta galería y la concesión de una beca por el Ministerio de Cultura en 1975 le permitieron vislumbrar un futuro como pintor. Sin embargo, a finales de 1974, Pérez Villalta aún continuaba yendo a la universidad y presentando sus trabajos para ser revisados. En una de aquellas correcciones, llevó consigo a la clase de Javier Carvajal –catedrático de la asignatura de Proyectos de la ETSAM desde 1965– su propuesta para el tema del curso: la remodelación de la zona de Amaniel, en Madrid. Al verlo, Carvajal afirmó que era horroroso, que no entendía nada. Pérez Villalta le contestó: «¡¿Pero se ha tomado alguna vez un tripi?!, ¡¿ha escuchado a Jimi Hendrix?!». Ante la sorprendida negativa del profesor, concluyó: «¡Pues entonces qué va a entender!, ¡usted no entiende nada...!»

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